Burnout, el síndrome del quemado
Preguntas y respuestas para entender un mal de este siglo, un colapso emocional con consecuencias físicas
El burnout es un síndrome que aparece como una respuesta al estrés
laboral prolongado, puntualmente cuando las demandas laborales exceden
la capacidad de respuesta de una persona. Quienes lo padecen se sienten
agotados, cansados, desgastados emocionalmente y de allí la expresión de
estar quemado, explica la Dra. Verónica Martínez, médica especialista
en Psiquiatría y Medicina Legal, y agrega: "Convivimos con el estrés
cotidianamente, pero el problema surge cuando no cesa, como sucede en
determinados ámbitos de trabajo".
Mal de este siglo, el síndrome tiene tres características que el Dr.
Daniel López Rosetti, psiquiatra y presidente de la Sociedad Argentina
de Medicina del Estrés, define: "El agotamiento emocional: el paciente
se siente sobrecargado por las personas a su alrededor y genera recursos
emocionales disminuidos, dificultad para seguir trabajando o prestando
un servicio. La despersonalización: asume conductas deshumanizadas,
automáticas, estereotipadas y disociadas, alejándose del otro como en un
intento por terminar con el agotamiento. Clasificando a las personas en
categorías y no como personas individuales, como mecanismo de defensa.
Sensación de bajo logro personal: tiene un sentimiento negativo de sí
mismo, baja autoestima, es indiferente y disminuye su contacto con la
gente o busca cambiar de trabajo".
1) ¿Cuáles son los primeros signos de que un paciente tiene burnout?
"Cuando presenta episodios frecuentes de cansancio emocional intenso en relación con su trabajo.
Puede haber ocasiones en que alguien tenga síntomas de
despersonalización: sentir que no se es dueño de su cuerpo y de su
mente, sentirse en blanco, no poder recordar lo que se estaba haciendo,
para dónde se estaba yendo, junto a una desorientación con angustia",
reflexiona la Lic. Adriana Martínez, psicoanalista y coordinadora
asistencial de Fundación Buenos Aires. Se escuchan síntomas típicos como
la queja sobre el trabajo, manifestaciones de frustración, angustia
desbordante, ansiedad, sensación de derrota y desgaste emocional.
2) ¿Cómo son los síntomas?
"Tienen palpitaciones, taquicardia, pinchazos en el pecho, aumento de la
tensión arterial, dolores musculares, contracturas, dolores de cabeza,
dificultades digestivas, inapetencia o malos hábitos alimentarios,
disminución del deseo sexual, dificultades en el sueño, comportamientos
negativos, tensión permanente, comportamiento de riesgo, conducta
violenta y distanciamiento emocional. También pueden tener cambios
emocionales: actitud cínica, impaciencia, aburrimiento, irritabilidad,
dificultad de concentración, depresión,
baja motivación, comunicación deficiente, hostilidad", enumera la Lic.
Mirta Dall'Occhio, directora de Hémera, Centro de Estudios del Estrés y
la Ansiedad.
3) ¿Es considerado una enfermedad?
"Se lo considera un síndrome. Esto quiere decir, un conjunto de síntomas
que en sí mismos no definen una enfermedad. El burnout es un momento de
colapso, sobre todo emocional, pero también físico. Tiene una duración
determinada en el tiempo, que dependerá de los recursos internos y
externos con los que el sujeto cuente", explica la Lic. Martínez.
4) Tras el diagnóstico, ¿es recomendable que el paciente vuelva al trabajo?
"Lo más habitual es que el paciente reciba licencia laboral hasta su
recuperación, luego habrá que evaluar caso por caso la conveniencia o no
de retornar a su lugar de trabajo. No es lo mismo un médico que trabaja
exclusivamente haciendo guardias que un empleado judicial que atiende
al público en una mesa de entradas y podría ser reubicado en una
oficina. En ocasiones es muy difícil tener continuidad en el mismo tipo
de trabajo ya que esa persona ha sido vulnerada, y esto nos habla de los
factores personales que influyen en el desarrollo del cuadro", dice la
Dra. Verónica Martínez.
5) ¿Existen profesiones más propensas a padecer burnout?
"Las profesiones más expuestas son aquellas que implican una interacción
social constante y que requieren una actitud de cuidado hacia el
prójimo. También aquellas que conllevan un acercamiento con riesgos
inminentes, o peligro de muerte: enfermeros, médicos, anestesiólogos,
maestros, administrativos de servicios, responsables de atención al
cliente y pilotos", enumera la coordinadora asistencial de Fundación
Buenos Aires.
ELLOS CUENTAN
María Luisa Giavedoni (54)
Funcionaria pública. "Mi vida laboral se modificó en mi capacidad de
trabajo, en la relación con mis pares y mis superiores, en mi
rendimiento y en mi capacidad cognitiva. Comencé terapia cuando tuve la
última crisis. Sufrí un ataque de angustia y llanto porque no entendía
lo que estaba leyendo. Me llevaron al médico laboral, donde comencé una
licencia médica e inicié un tratamiento psicológico y psicofarmacológico
con una psiquiatra. Determinaron que tengo una incapacidad total y
permanente del 25,6%. Laboralmente no volveré a ser la que fui."
Mariela Walenten (33)
Psicóloga y mediadora. "Me confundía en tareas y cosas que sabía hacer.
Perdía la capacidad de trabajar, estaba frustrada y desmotivada. A
menudo tenía un pensamiento catastrófico, de encierro y con escasa
posibilidad de visualizar cambios y salidas a la situación actual. No
tenía la capacidad habitual para enfrentar las situaciones cotidianas."
Elizabeth Padron (64)
Enfermera. "Sentía que no podía cumplir con lo que hasta hacía poco
realizaba con placer y sin dificultades. Me hice chequeos médicos y me
sugirieron atención psicológica. Hice terapia durante meses. Luego del
tratamiento dejé el área de Neonatología para desarrollar mi actividad
en sectores de menor complejidad."
Nicole
Aubert y Vincent de Gaulejac afirman que el Burnout es un síndrome
propio de la Modernidad, conocido también como el "síndrome del
quemado", como una "quemadura interna", un "vaciamiento", el cual surge
como consecuencia del estrés laboral, entendido éste como un desajuste
entre lo que la empresa, organización, le piden al sujeto y lo que él
puede dar. En los últimos tiempos, la organización empresarial va
ocupando cada vez más lugar en el desarrollo de la identidad del sujeto,
de esta manera hay personas que se sobre identifican con la institución
laboral a la cual pertenecen, generando con ella una especie de
simbiosis, considerando que el sentido de su vida radica en esa
institución ("yo soy la empresa"), tal es así que muchas empresas le
exigen al sujeto cada vez más, incluso más de lo que este puede dar. El
sujeto se siente "obligado" a cumplir con estas exigencias, más allá de
que estas sobrepasen sus límites, sintiéndose fracasado cuando no puede
lograr lo que la empresa le pide y dejando de pensar en sí mismos para
pensar meramente en la organización en la cual trabajan.
Nicole Aubert y Vincent de Gaulejac; "El coste de la excelencia"; capítulo VIII
Flor y Bet15 de septiembre de 2013 16:08
ResponderEliminarComo sostiene Albert y Gaulejac, el burnout se produce debido al desajuste entre lo que la empresa le pide al sujeto y lo que el sujeto puede ofrecer, es algo propio de la Modernidad. Esto podria relacionarse con lo que Schvarstein denomina la "empresarizacion de la vida", es decir, el trabajo se extiende a todos los ambitos de la vida del sujeto. No seria inesperado que esto hiciera que la persona se sintiera abrumada por el trabajo, lo que puede causar estres, y en ultima instancia, burnout. Muy buena la nota
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